Antes de cumplir el primer cuatrimestre de papado, don Francisco I, el compatriota que ejerce como supremo pontífice, ya cuenta con un milagro en su haber.
Aparentemente, habría "curado milagrosamente" a una mujer que sufría cáncer de mama.
Eso no es todo, el uso que del nuevo papa hacen los medios de la Argentina es de admiración plena y glorificante.
Tal vez deberíamos recordar que tras milenios de papado, el mundo es el que es y que los pontífices no necesariamente han contribuido a mejorarlo.
¡Bienvenido Francisco! Creo que, al igual que a tus antecesores, en este blog te veremos seguido. Prometo que trataré de señalar toda vez que trates de ridiculizar la ciencia, afligir al mundo con "verdades religiosas" y/o cualquier otro atentado a la humanidad de los que la ICAR nos tiene acostumbrados.