lunes, 16 de enero de 2012

El estado es mio mio mio

Uno de los más discutidos políticos argentinos -me refiero al actual Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno- tiene una trayectoria absolutamente pareja: fracasó siempre en todo lo que se propuso, ya sea en manipular las estadísticas del INDEC, como en controlar los incrementos de los precios o en racionalizar las importaciones. 

Sin embargo, no lo mencionamos acá por esto, sino porque en ocasión de la operación de Cristina Fernández de Kirchner, USO EL MINISTERIO COMO LUGAR DE CULTO al llamar a sus colaboradores a participar en una misa por la Presidente para cuya realización llevó a sus oficinas en el ministerio a un sacerdote católico.

La separación de la iglesia y el estado ha dado un paso atrás, pero para Guillermo Moreno esta muestra ha sido fiel a su estilo: sus plegarias fueron innecesarias ya que Cristina ni siquiera sufría de cancer …


  ¡el estado es mìo y yo hago lo que quiero!


martes, 10 de enero de 2012

Pero es que es cuántico

Con el correr de los años, el mismo medio (el diario LA NACION de Buenos Aires), ha publicado artículos sobre las “medicinas alternativas” en los que el enfoque pasa desde el ponderado y fundamentado análisis de “Medicina a la carta” del año 2009, al elogioso y sin cuestionamientos publicado en la revista “Hay una vida mejor” del 14 de noviembre del 2011.

En este último, amén del elogio a las “medicinas alternativas” -conjunto en la que incluye la homeopatía, las flores de Bach y algunas técnicas quiroprácticas- la periodista Gabriela Navarra le brinda a un representante de cada disciplina un párrafo para que los difusores de estas prácticas expliquen de qué se trata.

Se luce la Dra María Luisa Pastorino, defensora del sistema de flores de Bach quién nos explica que las flores cargan al agua con una “energía floral que actúa sobre el campo energético” y que a través de la sabia combinación de estas energías, se logra la curación del paciente.

Así como los homeópatas enarbolan el nunca comprobado principio que “a mayor dilución mayor potenciación del efecto”, la florista nos brinda el imaginativo relato de que el efecto de las flores es cuántico y se lamenta de que estos logros "no sean reconocidos ya que la medicina post-eisnteniana todavía no ha llegado a la ciencia médica que se regiría por las (viejas) medicinas newtonianas"

Aparentemente, la Dra Pastorino entiende que sus remedios florales -o la explicación del porqué de sus efectos- se incluyen dentro de los productos obtenidos a partir de la “nueva física” o “física cuántica” que tantas maravillas nos ha brindado. ¿Esto es posible o simplemente la cuántica se ha convertido en el as en la manga que citan todo tipo de charlatanes?

Pues bien, la mecánica cuántica es una teoría seria y harto comprobada al  formular predicciones relativas a la masa y energía de partículas submicroscópicas que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz. Su complejidad y conceptos a veces anti-intuitivos la han convertido en la plataforma desde la que muchos brujos de la era new age tratan de embaucarnos con justificaciones tramposas.

La física “cuántica” u ondulatoria no es una pócima que se elije o no tomar o una física que se aplica dónde y cuando nos place. La misma NUNCA DEJA DE ACTUAR, está presente siempre -como explicación pertinente en el nivel subatómico- tanto en el bisturí del cirujano como en los preparados superdiluidos de los homeópatas como en los productos florales y remedios de la farmacopea común.

Entonces, las flores no aportan NINGUNA VENTAJA EN CUANTO AL MANEJO DE LOS CUANTOS -haría falta un colisionador de partículas para que ello ocurra- y HASTA QUE DEMUESTREN LO CONTRARIO tampoco obtienen resultados más allá del conocido efecto placebo.                                                                       


Conclusión: Los charlatanes de este tipo, nos obligan a incluir la palabra cuántica en la lista de voces de las que los escépticos deberíamos sospechar, junto con palabras como “energía”, “armonía”, “espiritual” y “natural”.