viernes, 25 de febrero de 2011

Las siete razones


El hombre puede salvar su alma  L. Ronald Hubbard 
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?  Blas Pascal
Un cuerpo sano es cosa buena; pero un alma sana vale más que todo lo que el hombre pueda desear  Thomas Carlyle

Estos son tan solo unos ejemplos -pero existen millares- del esfuerzo que hacen los creyentes para convencernos de que dediquemos nuestro tiempo y esfuerzo al “propósito superior” de salvar nuestra alma inmortal.
Para que esta marea no los arrastre, para que no pierdan un minuto en tan vacua tarea, hago pública una lista de razones por las que ustedes podrán corroborar que, antes de ocuparse de salvar el alma, es más provechoso dedicar el tiempo a cuidar el cabello. Estos son amigos míos, los siete motivos por los que considero que ocuparme de mi pelo es más importante que hacerlo de mi alma:  

1. Está claro de qué se trata
Nadie tiene dudas sobre lo que estoy hablando cuando de mi cabello se trata, en cambio, al hablar del alma surgen decenas de interrogantes: ¿es esencial o personal? ¿espiritual, astral o mental? ¿es siempre mía o es tan solo un préstamo temporario que me hace la divinidad? ¿es una encarnación corpórea de una vida anterior o solo una inmanente manifestación espiritual de mi yo etéreo?... ¡Complicadísimo! ¡Es difícil saber de qué están hablando!.

2. Va siempre conmigo
Ya desde antes de nacer, mi cabellera me acompaña y me sigue en las buenas y en las malas: lo mismo le da que esté haciendo una obra de bien o fornicando desaforadamente. Algunos podrán argumentar que también tengo un alma desde antes de nacer pero mi pelo corre con ventaja ya que no anda coqueteando entre dioses y demonios ni perdiéndose en profundidades metafísicas … ¡simplemente está siempre conmigo!

3. Está siempre visible
Mi cabello no solo me acompaña sino que está siempre presente. Para percatarse de su existencia no es necesario ser gurú, ni un iniciado, ni un maestro espiritual, todos pueden verlo y notar sus cambios. Además aparece en las fotos y en los videos, nunca se esconde. ¡Siempre se podrá especular si una persona es -o no es- desalmada, pero su condición capilar es evidente!.

4. Se atiende sin intermediarios
Los asuntos relativos a mi cabello los manejo yo con mi peluquero. Cara a cara, con él discuto si más corto o más largo, si recortamos también el bigote o la conveniencia de usar cepillo o secador. En cambio, cuando del alma se trata, inevitablemente aparecen intermediarios -curas, rabinos, pastores-  porfiando que solo ellos pueden traducir los deseos y pedidos del jefe.

5. No hay lobby
Las religiones no son las únicas actividades institucionalizadas, también lo están quienes manejan mi cabello, pero hay diferencias: ni el sindicato de barberos ni los fabricantes de tijeras, hebillas o tinturas ni las academias de peluquería tratan de imponerme ayunos, abstinencias o censuras.

6. Es universal
El pelo me hace humano y este es un rasgo que comparto con todas las gentes. A diferencia de la controvertida alma, a lo largo de la historia nunca nadie debatió si las mujeres o los indígenas tenían o no pelo.

7. A nadie ofendo
Nadie puede acusarme de que falto el respeto a los profetas que murieron para que yo salve mi cabello y nunca ningún fanático ofendido llamó a mi puerta a las ocho de la mañana de un domingo porque mi pelo aún no había sido lavado.

lunes, 21 de febrero de 2011

Las cosas por su nombre


Toda vez que algún siervo del señor -cura, obispo, cardenal etc.- es descubierto en alguna situación non sancta -ya sea con alguna amante, disfrutando de la efebofilia o en alguna trapisonda financiera- aparecen miles de voces de acólitos que llenan el éter, el firmamento y los periódicos con encendidas defensas de sus ministros mediante la disculpa o minimización de sus comportamientos delictivos a los que ni siquiera aluden por su nombre.

En el mundillo de los fieles preocupados por los desmanes de los hombres de dios, jamás se llama a los culpables maníacos sexuales, ladrones o estafadores –al parecer estas son clasificaciones mundanas, no eclesiásticas- sino que los involucrados son descriptos casi como víctimas y mencionados a través de metáforas bíblicas que nunca aluden a los crímenes cometidos.

Así, leemos la grave preocupación que la grey católica toda –desde el papa hasta los laicos- muestra por sus hermanos devenidos en:
* Siervos extraviados
* Caidos en la tentación
* Parte de la cruz que la iglesia debe cargar

Les pido a todos los fieles que les regalen a los homosexuales que hayan querido besarse frente a las catedrales, basílicas o iglesias tanta consideración, paciencia, comprensión de las debilidades humanas y decoro como la que muestran a la hora de evaluar la conducta de sus guías espirituales.

¿Nos acusarán de plagio? Después de todo, esto de que “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra” ya se dijo hace tiempo …


martes, 15 de febrero de 2011

¿En que creen los que no creen?

Parece evidente que los que no creen pues … ¡no creen! ¿Qué clase de pregunta es esta? ¿Quién pensaría que es lógico preguntar “que comen los que ayunan” o “que visten los desnudos”?

Podemos añadir un predicado -aparentemente obviado en la pregunta inicial- cuya inclusión hace que el interrogante tenga sentido, así obtenemos: ¿En que creen los que no creen en dios?  Así planteado, se trata de una inquietud válida: indagar las creencias de quienes no adhieren a la fe mayoritaria.

Sin embargo, “¿en que creen los que no creen?”  también suele usarse como una pregunta retórica en la que se sobre-entiende que la única alternativa es creer en algo. ¡Ya no hay curiosidad sino un artero mensaje que trata de convencernos de que estamos condenados a profesar algún tipo de credulidad!.

Esta pseudo pregunta es un regalo envenenado donde se afirma que los escépticos y ateos somos negadores o creyentes vergonzantes -dado que sería imposible “no creer”- o simplemente unos tontitos incapaces de percatarnos de nuestras creencias.

En general los creyentes tienden a asimilar a una única posibilidad -creer- el complejo universo del conocimientos y elaboraciones humanas. Este reduccionismo al terreno de la fe  trata de imponer una visión en la que, lo que le cabe al género humano es solo optar por algún gurú profeta, avatar, designio divino etc. y cuya síntesis es: “cada uno tiene sus creencias, solo cambia cuales damos por ciertas, todos creemos, no hay nada más que creencias, es imposible no creer”  

Esta asimilación de los distintos tipos de pensamientos, paradigmas y criterios a meras   “creencias” es un argumento arquetípico en las discusiones y análogo al de “cada uno tiene su verdad”: ¡Es algo erróneo, engañoso y diseñado para minimizar y/o negar diferencias sustanciales!. 

Detrás de esta homogenización está el temor a admitir que algunas ideas son mejores que otras. Parece que hoy esto no es políticamente correcto, que produce culpa o remite a un escenario en el que se comete el mortal pecado de orgullo o que se reeditaría así la superstición racista de supremacía del hombre blanco o que se pasa a formar parte de una conspiración que privilegia el saber positivo o que mágicamente nos convertimos en idiotas útiles repetidores de la propaganda de las corporaciones.

Pienso que ALGUNAS IDEAS SON MEJORES QUE OTRAS y que son las personas las que merecen respeto, no las creencias.

¡Las creencias bien pueden ser falsas -ya es hora de que sepa que los reyes magos son los padres- absurdas -como las diversas mancias-, erróneas -el mundo no se acabó pese a las reiteradas profecías al respecto- o criminales -“dios nos manda matar a los infieles” por lo que muy mal haríamos si las aceptamos sin juicio previo!. 

Hecha la aclaración, puedo responder que siendo escéptico, “creo” en muchas cosas, por ejemplo: 

- Creo que hay un mundo allá afuera y que -pese a las limitaciones impuestas por nuestro precario equipamiento sensorial y mental- hay maneras de averiguar cosas acerca del mismo.

- Creo además, que este camino -la indagación- es el único que ofrece posibilidades de supervivencia a la especie humana.

- Creo que los hombres crearon a los dioses y no al revés.

- Creo que hay que respetar la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS



lunes, 7 de febrero de 2011

La otra mejilla


Mucho se ha comentado lo dicho y hecho por el sacerdote de la localidad mendocina de Malargue, don Jorge Gomez que no se contentó con interrumpir un show  presentándose en medio del escenario -había decidido proteger a un público de adultos que había elegido ir a ver a estos artistas- sino que además, en charlas posteriores, el apodado “padre Pato” aclaró que NO estaba arrepentido de su accionar y pronunció la frase que lo define: la violación de la fe es diez mil veces peor que la violación de una hija”. 

Nuestra intención no es tanto reiterar lo ocurrido –por suerte los ataques a artistas y las expresiones destempladas o excesivas de religiosos son raras en la Argentina y son ampliamente publicadas en todos los medios- sino recordar que los superiores de este personaje -la gente de la diócesis de San Rafael- había contemplado la posibilidad de sancionar al autor de tan explosivas declaraciones.

Al parecer se estaba a la espera del regreso del obispo Eduardo María Taussig para tomar una decisión y responder a los debates solicitados.  

Dado que el episodio ocurrió hace ya varias semanas y que no se ha sabido de ninguna sanción al enardecido defensor de la castidad de Malargue, estimamos que nos hayamos en presencia de un regalo del obispado. Dejamos a consideración de nuestros lectores cual es la exacta naturaleza del presente que nos están haciendo las autoridades eclesiásticas de Mendoza:

- El regalo del perdón
Este es el privilegio de la iglesia, pueden perdonar. Eventualmente, tras algunos padre nuestros y aves maría el “padre Pato” ya fue perdonado y son tan modestos que ni siquiera hacen mención al episodio.

- El regalo del olvido
¡Pero ya pasó! Es de santos varones olvidar y ese es el ejemplo que nos regala la iglesia de San Rafael.

- El regalo de la omisión
El accionar de Jorge Gomez está además penado civilmente ya que en la Argentina –al menos en teoría- no existe la censura. Alejar la atención del asunto es una manera de evitar que algún ateo/comunista inicie acciones civiles.





miércoles, 2 de febrero de 2011

ET pray home

¡Cuanto más mezclado, absurdo e increible mejor! Si alguna duda les cabe, pueden repasar el curso para convertirse en gurús o internarse en las delicias de las religiones extraterrestres tal como se muestran en Nova Religio: The Journal of Alternative and Emergent Religions.  De allí hemos tomado este párrafo que transcribo (los enfatizados son míos):            
                                                                                                             

ABSTRACT        (de:   http://www.jstor.org/stable/10.1525/nr.2010.14.2.6
As an introduction to Nova Religio's special issue on ET-inspired (UFO) religions, this article maintains that despite less media attention since the furor surrounding the Heaven's Gate suicides, ET-inspired religions are still active. Moreover, increasing speculation linking extraterrestrials to 2012 apocalyptic scenarios, coupled with a significant percentage of the population who believe in extraterrestrial visitation, seems to indicate that purveyors of ET-inspired religious perspectives will continue to have a market. Rather than focusing upon the "strange" and seemingly "bizarre" nature of these religious groups, the articles in this special issue endeavor to demonstrate how members of ET-inspired religions appropriate materials and theological ideas from widely-accepted mainstream religious traditions. This article maintains that the value of such an approach lies in bridging the gulf between normalized religious perspectives and the marginalized religious "other."

Aún cuando queda desnuda la irracionalidad de estas creencias, sus inverosímiles mezcolanzas y su  apego a las fantasías de moda -en este caso el Apocalipsis del 2012- aún me sorprende que haya quienes se sienten obligados a tratar respetuosamente estos garabatos -so pena de faltar el respeto a una “creencia religiosa”- y  estudian sus dislates con primorosa atención.      
                                                                                                          
Generalizo tres conceptos citados por Nova Religio que de por sí, son un valioso regalo. Es que  todas las religiones -no solo las basadas en extraterrestres- son:  

* Un mercado
Toda religión es un terreno donde los oferentes (sacerdotes, gurús, rabinos, chamanes, profetas etc.) obtienen su sustento brindando a sus clientes (fieles, seguidores, ovejas) los productos simbólicos que ellos necesitan (fe, esperanza, consuelo, respuestas) a través del ajuste de su discurso a lo que ellos quieren oir (soy amado, tengo el perdón, soy eterno etc.) mediante la realización de afirmaciones harto improbables sobre aquello que no se puede probar.  
                                                                                                                 
* Extrañas y bizarras
Ritos sangrientos (circuncisiones, ablaciones de clítoris), ayunos e indigestiones, sacrificios de animales o humanos, pretensiones de espiritualidad y naturalidad contra la abundante evidencia de que son absolutamente terrenales y caprichosas …

* Se copian unas a otras
La riqueza e inventiva de los diversos mitos encontrados en la historia humana se superpone con una veloz trasmisión o “contagio” de ideas. Tanto la diversidad como la uniformidad se han citado como “pruebas” del origen divino de la religión, pero sobran los indicios de que las revelaciones de hoy están basadas en los mitos de ayer así como en ritos originalmente animistas, panteistas, paganos etc. El monoteismo es una idea egipcia, la concepción virginal hindú, las fiestas cristianas resultan de un cambio de nombre y significado a las festividades paganas ...