martes, 20 de septiembre de 2011

¿Dónde estará?



Desde hace milenios hay quienes discuten la ubicación del alma -tanto su situación presente como la futura- con el íntimo convencimiento de que ¡¡se trata de un tema trascendental!!

De todo se ha visto a lo largo y a lo ancho de la historia de los mitos y supersticiones humanas pues hubo quienes ubicaron al alma en:

Algún lugar de la anatomía: 
el corazón, la cabeza, los cabellos, genitales …

Algún lugar no material:    
el “cuerpo astral”, el espíritu …

Alguna entelequia psico-metafísica:
la mente profunda, el yo inmaterial, algún arquetipo

Alguna entidad sobre humana que nos la presta por un rato
         La naturaleza pura, la energía primordial, el cosmos

Probablemente los filósofos actuales tiendan a ubicarla como una criatura más de las tantas creadas por el lenguaje, con lo que al menos, reconocen que es un invento humano, tal como la computadora, el tenedor y las buenas costumbres.

Mucho más divertido -o trágico según como se lo mire- es el destino del alma una vez que el portador fallece. Corrupto o cremado el cuerpo, al “alma inmortal” se le pueden contar tal cantidad de posibles destinos que harían palidecer a más de una agencia de viajes, pero esto merecerá una nota aparte.

Nota: dedicado a mi abuela que fue la primera en llamarme “desalmado”

jueves, 1 de septiembre de 2011

Karma y efecto


Don Claudio María Domínguez -nuestro gurú gastronómico- abandonó momentáneamente la espiritualidad culinaria para enseñarnos que es el karma.


Nos explica en el diario INFOBAE:
“Cada uno es responsable de lo que le sucede y tiene el poder de decidir lo que quiere ser. Lo que eres hoy es el resultado de tus decisiones y elecciones en el pasado. Lo que seas mañana será consecuencia de tus actos de hoy”. Swami Vivekananda
Nadie escapa a la ley de causa y efecto, lo que sembramos, cosechamos. Somos responsables de cada pensamiento, palabra y acción. Aquí y ahora podemos decidir comenzar a vibrar en amor y unidad y el universo comenzará rápidamente a espejarnos eso mismo que estamos siendo.


¿Cuál habrá sido la causa por la que millares de personas fallecen en un terremoto o tsunami? ¿Habrán todos ellos cometido algún pecado en sus vidas pasadas? ¿O simplemente se los está jodiendo para que en el futuro reciban alguna recompensa kármica?  ¡Incluso puede haber una mezcla de premiados y castigados y nadie sabe cual es cada caso! 
En las variantes religiosas judeo-cristianas hay un “juicio final” donde se evalúan tus méritos y las almas al menos se enteran del motivo por el que son destinadas al cielo o al infierno. El karma simplemente se manifiesta sin molestarse en dar explicaciones por lo que no aporta nada distinto de lo que ya en Occidente conocíamos como “el opio del pueblo” o una explicación que es siempre válida y obviamente “no explica".”